miércoles, 15 de abril de 2015

Rodéate de gente que ya está en el destino hacia el que tú remas

El éxito es como un cisne: hay una parte visible–reluciente, bella, que sobresale por encima del lago- y una parte invisible–las patas, que no dejan de agitarse y patalear para provocar el movimiento-. Es esta parte oculta la que supone el motor del éxito y que nos permite conseguir aquello que nos proponemos.




Rodéate de gente que ya está en el destino hacia el que tú remas





Sabías que cada persona es un cóctel mezcla de sus cinco amigos más cercanos? A partir de este momento ya no puedes decir que no.
     Si tus cinco amigos más cercanos están divorciados, fuman, odian viajar, y han leído tan solo un libro en el último año, lo más probable es que tú también. Si no son malos estudiantes, no comen comida insana, no abusan del alcohol, no son irresponsables y no se conforman con poco, lo más probable es que tú tampoco.
     Si existen aceleradores del éxito (y sí, existen), nutrirse de la influencia de las personas que ya se encuentran en el destino hacia el que tú remas es uno de ellos. Rodéate de gente exitosa y tus probabilidades de alcanzar el éxito se multiplicarán. Rodéate de gente fracasada y se multiplicarán las de no alcanzarlo. Detente un momento y piensa a quién regalas tu tiempo, ya que tu vida, en unos años, será un calco de la suya.
FUENTE:  http://www.emprendedores.es/casos-de-exito/los-88-peldanos-de-anxo/40-peldano-exito-anxo-perez

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