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jueves, 1 de enero de 2015

7 preguntas que pueden cambiar tu existencia

curiosidad


Cuando somos pequeños, todo nos produce curiosidad y llama nuestra atención. Al crecer un poco, queremos tener la respuesta de todo e instigamos a nuestros padres para que nos respondan asuntos tales como ¿de dónde venimos?, ¿por qué morimos?, etc.

Luego, al convertirnos en adultos, no somos tan curiosos como antes. Pero eso no quiere decir que no nos agraden los misterios o los desafíos, solo que estamos muy ocupados como para ponernos a hacer preguntas a ciertas cuestiones. Y allí es cuando damos cosas por sentado, un gravísimo error.
Si tuviéramos la oportunidad de volver a ser peques otra vez, ¿qué cosas crees que les preguntaríamos a los mayores? ¿Qué llamaría nuestra atención? Es una buena idea cuestionarse ciertas “verdades” de vez en cuando. ¡Y sorprenderse con las respuestas!
La primera pregunta es: 
1. “Si no supieras tu edad, ¿Cuántos años crees que tendrías? 
Una cosa son los años que vamos cumpliendo siguiendo el calendario y otra muy diferente es la edad que tenemos realmente, en lo que se refiere a nuestras características psicológicas.
Si mantenemos la mente abierta, somos curiosos por naturaleza y queremos aprender constantemente, es probable que sumemos años, pero no envejezcamos en relación las velas que soplamos en cada pastel. 
Pensar que no podemos hacer algo por la edad que tenemos es una limitación que nos estamos auto imponiendo. ¿Por qué no subir a un carrusel o tomar un helado de fresa si tienes el deseo de hacerlo? Esto no es sólo para los niños, no lo olvides.
En segundo lugar, 
2. ¿Qué tipo de trabajo te daría más felicidad que dinero? 
Los dos sitios donde más tiempo pasamos en nuestra vida son la cama y la oficina. Entonces, si tantas horas diarias, semanales y anuales las usamos para trabajar, ¿no vale la pena hacerlo en algo que realmente nos guste?
Es verdad que el dinero es el que paga la renta, la hipoteca y la comida, sin embargo, puedes tener un trabajo de menos horas o de menor paga que te haga mucho más feliz que tener dinero en la cuenta bancaria. Así es, porque la felicidad no tiene precio.
Otra gran verdad que es momento de desenmascarar tiene que ver con tus actividades (incluyendo o no el trabajo): 
3. ¿Te gusta lo que haces o sólo te conformas? 

Si todos nos hiciéramos esta pregunta al menos una vez en la vida, habría menos personas con cara triste, estresadas o irascibles en la calle.
Con el paso de los años, los seres humanos dejamos de hacer las cosas que nos gustan y nos vamos conformando con el empleo, con la pareja, con la casa, con el sitio donde vamos de vacaciones, con quién pasamos las fiestas, etc. Se supone que los adultos tienen que trabajar 8 horas al día, casarse, tener hijos, comprar una casa, jubilarse y morir. ¿Y si no fuera así?





Si ya tienes niños o al menos sobrinos, seguro querrías darles un gran consejo para el resto de sus vidas. 
Mejor dicho, para cuando lleguen a la edad adulta. 
4. ¿Cuál sería esa única recomendación que le darías a un pequeño? 

¿Aplicas ese consejo en tu vida diaria? ¿Por qué crees que has pensado en esa idea en particular? Piensa en algo realmente bonito. Quizás en este momento no lo comprenda, pero procura que le quede grabado en su memoria para cuando lo necesite y pueda ponerlo en práctica.
5. ¿Qué es lo que te define como persona? 

Es la quinta pregunta que vale la pena hacerse al menos una vez en la vida. Y no vale responder la profesión u ocupación, ya que si te quedaras sin trabajo mañana, esa definición sería errónea.
¿Cómo crees que te ven los demás? ¿Cuáles son tus mayores dones? ¿Podría decirse que tienes potencialidades o habilidades “extraordinarias”? Ten en cuenta también tus valores y cómo marcas la diferencia entre las personas que te rodean.
Y por último, si mañana fuese el fin del mundo,
6. ¿Con quién te gustaría estar? 

Los vaivenes de la vida, las obligaciones, el trabajo, el ajetreo de la semana o las agendas repletas de tareas nos suelen alejar un poco de las personas que realmente nos importan. Y a veces, cuando queremos pasar un rato con ellas, ya es demasiado tarde.
Entonces, aquellas personas que has anotado como primordiales en tu lista, son con las que deberías pasar más tiempo día a día. No importa si mañana termina o no la vida, porque en definitiva, eso no lo sabemos, ¿Verdad?
La séptima pregunta la dejamos en tus manos. 
FUENTE:  http://lamenteesmaravillosa.com/preguntas-que-pueden-cambiar-tu-existencia/

lunes, 29 de diciembre de 2014

Alcanza el éxito sin perjudicar tu salud





Son más de las 19h00 y continúas en la oficina intentando resolver muchos problemas a la vez, pues a todo les diste categoría “de suma urgencia”.





Gracias a: http://www.hogar.com.ec/

El teléfono suena y son tus hijos, los que están en casa esperando que llegues para comentarte cómo fue su día. Por otro lado, en el celular te escribe tu esposo que ya va camino a buscarte y tú sientes que quieres abarcar con todo, pero que no puedes con nada. Entonces caes en cuenta que es tiempo de decidirte entre la familia y el trabajo.

Muchas veces medimos el éxito de nuestras vidas en función del dinero, pues pensamos que si nos esforzamos demasiado, lograremos una mejor calidad de vida. Y al parecer el término “calidad de vida” se resume en no poder dormir pensando en la reunión de mañana, no comer bien (mientras se pase más horas sin comer tendremos más tiempo para realizar nuestro trabajo) y en no tomar vacaciones, pues la oficina sin nosotros se desmorona. 

De cierta manera una vez que nuestro trabajo es reconocido, queremos seguir siendo el ejemplo y ya no nos permitimos fallar, por ende le restamos tiempo a las verdaderas cosas importantes de la vida, dejando que nuestros jefes abusen de nuestra buena voluntad y disposición, solo porque pensamos que ganaremos unos centavos de más, cuando está más que comprobado que el dinero, si bien trae comodidades, no proporciona felicidad.

¿Qué significa tener éxito?
Según el libro “Vivir Plenamente – Hacia el equilibrio y la calidad de vida” de Deborah Legorreta, hay 4 claves que nos permiten alcanzar el éxito:

Objetivos personales claros. Reconocer qué quieres alcanzar en tu vida. Darte un espacio para reconocerte como ser humano y pensar como los niños: “cuando sea grande yo quiero ser, tener… etc.” Así plantear metas claras y concisas.

Proactividad. Elemento indispensable para el éxito. Una persona proactiva reacciona mediante  valores cuidadosamente meditados y seleccionados. Pueden pasar muchas cosas a su alrededor pero son dueñas de cómo quieren reaccionar ante esos estímulos. Su energía es positiva, con lo cual amplían su círculo de influencia. 

Reconocimiento de la aportación. Quien busca la fama por sobre todas las cosas, deja de arriesgare a pensar y a ser innovador, se somete al gusto de la mayoría y se convierte en un mediocre.

Éxito y Equilibrio de Vida. Entre el éxito o el equilibrio de vida, paradójicamente los que eligieron equilibrio son las personas realmente exitosas. “Yo creo que el éxito no está en lo económico. Yo creo que una persona no es exitosa porque le va bien en los negocios, profesionalmente o saca 10 en la escuela. Creo que eso es lo que menos vale. Lo que vale es tener los pies en la tierra, la familia, los amigos. Apreciar las cosas que tienen valor verdadero, no material, no físico necesariamente”, dijo en una ocasión Carlos Slim, quien según la revista Forbes, es el hombre más rico del mundo.

Si está más que comprobado que son la familia, los amigos y vivir plenamente lo más importante en la vida, dejemos de preocuparnos por pasar más de 8 horas diarias trabajando, sin comer bien y sin tomar vacaciones. Esto no quiere decir que no nos esforcemos en nuestro trabajo o que dejemos todo al libre albedrío, significa utilizar nuestras capacidades evitando un agotamiento físico y mental que tenga que mandarnos de urgencia al médico.

Por: Karla Loor Miño.


Fuente: Libro “Vivir plenamente. Hacia el equilibrio y la calidad de vida”. Autora Deborah Legorreta.